Se preparó un whisky escocés de 12 años en un vaso, sin hielo, sin agua, sólo el whisky. Apagó las luces, la habitación se iluminó con el fuego de la chimenea y se dejó caer abatido en el viejo sillón de cuero a esperarle.
El reloj dió trece campanadas.
Observó el fuego donde comenzaba a perfilarse una oscura figura, la serpiente de fuego se deslizó fuera sin dejar de mirarle.
-Eres puntual-dijo terminando el contenido del vaso-¿Acaso tienes prisa?
-Yo no, viejo amigo-pronunció la serpiente mientras se convertía en un apuesto y gallardo joven-E imagino que tú tampoco
-Aquí estamos de nuevo, igual que hace cincuenta años
-Sí y ya sabes que vengo a cobrar la apuesta
-Soy consciente pero viejo, recuerdamela
-¡¡No juegues conmigo!!
El grito hizo temblar los cimientos de la gran casa.
El viejo rió a carcajada suelta, tanto que comenzó a ahogarse y a toser
-Adelante-dijo cuando se recuperó-dime por qué has perdido la apuesta y lee lo que se escribió hace cincuenta años
El joven suspiró, hizo aparecer un viejo pergamino y comenzó su lectura:
-Yo, Lucifer, he perdido la apuesta porque las almas humanas a las que he intentado embaucar, no se han dejado engañar con los halagos de antaño.
Reconozco ante Mi Padre, que Él tiene razón y no pisaré la Tierra en 50 años, tal y como Él hizo en el pasado"
Imagen tomada de internet
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