martes, 9 de agosto de 2016

Fin...


Contempló el paisaje, afligido, cansado...
Su reino abarcaba más allá de donde le llegaba la vista, o al menos así había sido.
Observó las ruinas de lo que había sido su castillo, su fortaleza, su hogar y lloró como un niño.
-Es la hora
-Lo sé amiga muerte y ganas tengo de marchar, durante milenios he podido observar el mundo, ver cómo han cambiado los hombres, cómo su avaricia y su arrogancia ha ido a más...estoy cansado de ver como el hombre se corrompe
-No hables así, también llegaste a conocer el amor incondicional de una madre, la ayuda desinteresada de un desconocido, la sonrisa inocente de un niño y hasta tu marchito corazón, una vez latió con la pasión del amor verdadero
Y mientras la muerte le envolvía con su manto, él sonrió con el recuerdo de aquel amor

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