sábado, 23 de enero de 2021

Los niños

 Había una vez una niña que jugaba sola en mitad de un gran prado, bajo un enorme manzano de rojas manzanas.
Jugaba con una pelota roja que lanzaba una y otra vez a una muñeca vieja, tuerta del ojo derecho y con las rojas trenzas de lana un poco despeluchadas.
—Jooo María deja de lanzar la pelota tan lejos que me estoy cansando de ir a buscarla.
Y la niña volvió a correr tras la pelota que se alejaba detrás de la muñeca. Cuando volvió se encontró a un pálido niño con la ropa roída y descolorida que había cogido a su amiga de trapo y que ella le quitó de las manos sucias de tierra enfadada.
—¿Quién eres y por qué has cogido a María? No tenías permiso para tocarla
—Vivo aquí
—No es verdad, no hay ninguna casa cerca, mientes
—No miento, vivo aquí...bueno, vivo ahí
Señaló el manzano
—No puedes vivir en un árbol, ahí sólo viven los pájaros y las ardillas, vuelves a mentir y eso está feo
—No, vivo ahí, debajo del árbol
Ella abrió los ojos de sorpresa y entusiasmo
—¿Sí? ¡Yo vivo dentro del río!
Le dijo con una oscura sonrisa


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