sábado, 23 de octubre de 2010

Las aventuras terminan


Ella sólo había sido un hada reparadora pero había vivido aventuras increíbles junto a Peter Pan, su mejor amigo, hasta había sentido algo que era mucho más grande que ella, pero le había dejado marchar junto a Wendy hacía mucho.
Entró sin ser vista a la iglesia paseó su mirada por los asistentes y pudo reconocer a duras penas a Michael. Se entristeció al recordar cómo había oído de labios de Wendy que el pequeño John había muerto y cómo Peter abrazaba el pequeño oso de peluche que éste se había llevado al País de Nunca Jamás.
Le vio, su corazón se aceleró estrepitosamente, su mente vagó por todas las aventuras que habían vivido y de sus ojos salieron amargas lágrimas, alguien le ofreció un pañuelo, le dio las gracias a la persona para descubrir que era Tigrilla, la princesa india.
Los dos novios, ahora marido y mujer, empezaron a salir de la iglesia y la vieron, Peter se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla.
—Gracias por venir Campanilla, para mí era importante, espero que puedas cuidar tu sola de los Niños Perdidos.
Campanilla le dedicó su mejor sonrisa, terminando de limpiar sus lágrimas.
—Pronto iré al orfanato a ayudarte—le dijo Wendy—cuando volvamos del viaje.
Les vio partir en el coche y sin darse cuenta se abrazó a James H. Garfio, el padre de Peter.

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